01/09/05 o el dia despues
A las 7 estaba en pié, no podía aguantar más en la cama, aquí parece que casi siempre es la misma hora, así que imposible guiarse por la luz del sol.
Al intentar lavarme en el lavabo de mi cuarto alguien debió entender que quería el desayuno porque salió un chocolate espeso… Opté por dejar el agua correr un rato, que aquí no tienen sequía.
Después de las abluciones y decidir el modelito del día, salí a buscar la salida de la residencia y cazar mi desayuno en alguna cafetería del pueblo. Ahora entiendo por qué esta gente alucina en colores cuando viene a España, no había una maldita cafetería a la vista y hasta las 8 no te dan ni los buenos días. Eso si, a las 8 en punto se abre la puerta de todos los sitios como por arte de magia, esta gente adora la puntualidad y por las risas de ayer creo que ya tengo fama por el hecho de ser españolito (tendré que hacer honor para no defraudarlos xDD).
Conseguidas algunas cosas similares a las que solemos desayunar (no parece esto tan caro después de todo) volví al centro a… qué hacer con mi comida? A mi cuarto no le encontraba la despensa y la cocina guardaba un orden exquisito, así que prudentemente metí todo en el cuarto y saqué lo justo.
Jalándome un par de roscas en la cocina (las únicas que probaré, seguro) y después de las miraditas de todo el personal que pasaba, entró Maciek, un chico polaco con cara de haberse corrido una juerga sensacional anoche y nos presentamos. Mientras desayunaba (medio pepino, que decía encontrarse un poco mal) hablamos. Él había llegado en Mayo y ya dominaba todo que era una maravilla, alemán incluido. Me aconsejó que no me preocupase, que todos habían estado nerviosos por los problemas de comunicación y que aprendería rápido el idioma. A modo de apunte me dijo que no sabia de nadie que hablase ni un poquito de español, así que lo llevo claro.
Realmente no sé a que hora come aquí el personal, a todas horas ves a gente yendo y viendo para todos lados, yo lo intenté a hora española y ya habían cerrado todas las cooking de los restaurantes, por lo que he tenido que comprar con urgencia algo porque a las 4 y media quedé con Maciek para ir al centro a comprar mi ticket de viajes para el mes y a la academia donde se supone aprenderé alemán. Realmente que ahora entiendo a la francesa de Almería; todo el día acompañada de unos cabrones con los que no te enteras de nada (y menos mal que nosotros no hablamos en polaco). Aunque este hombre me ha jurado y perjurado que dentro de un mes nos entendemos en alemán sin problemas.
Por cierto, hablando con este chico me ha dicho que las mejores chicas en todos los sentidos son las polacas, que no las alemanas, le he preguntado en qué se diferenciaban y se ha encogido de hombros… Si la petirroja que casi se come a Sergio con la mirada en el aeropuerto de Málaga era polaca, le doy la razón xDDD.
Aunque pa mi que este hombre me pierde algo de aceite, no puedo negar que se ha portado estupendamente conmigo, aun más, me ha invitado a ir mañana de marcha a Hamburgo…
Que irá a pasar…
Al intentar lavarme en el lavabo de mi cuarto alguien debió entender que quería el desayuno porque salió un chocolate espeso… Opté por dejar el agua correr un rato, que aquí no tienen sequía.
Después de las abluciones y decidir el modelito del día, salí a buscar la salida de la residencia y cazar mi desayuno en alguna cafetería del pueblo. Ahora entiendo por qué esta gente alucina en colores cuando viene a España, no había una maldita cafetería a la vista y hasta las 8 no te dan ni los buenos días. Eso si, a las 8 en punto se abre la puerta de todos los sitios como por arte de magia, esta gente adora la puntualidad y por las risas de ayer creo que ya tengo fama por el hecho de ser españolito (tendré que hacer honor para no defraudarlos xDD).
Conseguidas algunas cosas similares a las que solemos desayunar (no parece esto tan caro después de todo) volví al centro a… qué hacer con mi comida? A mi cuarto no le encontraba la despensa y la cocina guardaba un orden exquisito, así que prudentemente metí todo en el cuarto y saqué lo justo.
Jalándome un par de roscas en la cocina (las únicas que probaré, seguro) y después de las miraditas de todo el personal que pasaba, entró Maciek, un chico polaco con cara de haberse corrido una juerga sensacional anoche y nos presentamos. Mientras desayunaba (medio pepino, que decía encontrarse un poco mal) hablamos. Él había llegado en Mayo y ya dominaba todo que era una maravilla, alemán incluido. Me aconsejó que no me preocupase, que todos habían estado nerviosos por los problemas de comunicación y que aprendería rápido el idioma. A modo de apunte me dijo que no sabia de nadie que hablase ni un poquito de español, así que lo llevo claro.
Realmente no sé a que hora come aquí el personal, a todas horas ves a gente yendo y viendo para todos lados, yo lo intenté a hora española y ya habían cerrado todas las cooking de los restaurantes, por lo que he tenido que comprar con urgencia algo porque a las 4 y media quedé con Maciek para ir al centro a comprar mi ticket de viajes para el mes y a la academia donde se supone aprenderé alemán. Realmente que ahora entiendo a la francesa de Almería; todo el día acompañada de unos cabrones con los que no te enteras de nada (y menos mal que nosotros no hablamos en polaco). Aunque este hombre me ha jurado y perjurado que dentro de un mes nos entendemos en alemán sin problemas.
Por cierto, hablando con este chico me ha dicho que las mejores chicas en todos los sentidos son las polacas, que no las alemanas, le he preguntado en qué se diferenciaban y se ha encogido de hombros… Si la petirroja que casi se come a Sergio con la mirada en el aeropuerto de Málaga era polaca, le doy la razón xDDD.
Aunque pa mi que este hombre me pierde algo de aceite, no puedo negar que se ha portado estupendamente conmigo, aun más, me ha invitado a ir mañana de marcha a Hamburgo…
Que irá a pasar…
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